Para saber si tu animal goza o no de una buena higiene en su dentadura debes observar si presenta alguna de las siguientes señales:
Sarro: Los perros y gatos acumulan bacterias en su boca formando la llamada placa bacteriana que, con el tiempo, se convertirá en sarro.
Gingivitis (inflamación de las encías): Suele ser muy común entre los perros que no han tenido una limpieza de dientes frecuente y provoca un mal olor, encías sensibles y dolor muy fuerte.
Periodontitis: es la más peligrosa ya que el dolor y el sangrado se intensifican produciendo incluso que el animal no pueda comer a causa del malestar.
Pérdida de piezas dentales: la infección puede llegar a un estado más avanzado, alcanzando la raíz del diente, lo que provoca la pérdida de las piezas dentales afectadas.
Es posible que a los gatos no les guste que les revisen los dientes, pero cuidarlos ayuda a evitar que tenga problemas futuros, dale alimentos que sean amigables con sus dientes. El alimento seco y crujiente también es útil para mantener limpios los dientes de tu gato. A medida que lo mastica, las partículas del alimento seco se raspan contra sus dientes, actuando como un cepillo que ayuda a eliminar la placa.
El sarro acumulado es un problema que afecta a la mayoría de las razas y edades, pero sobre todo hay que prestar especial atención a:
- Perros que ya han cumplido los 2 ó 3 años de edad.
- Perros pequeños o de raza mini.
- Animales que suelen recibir comida o premios de textura blanda. Este tipo de alimento se asienta entre los huecos de los dientes y provoca la aparición del sarro más rápido.
Lo ideal es prevenir que se forme la placa y el sarro dental, y para ello existen varias alternativas como el cepillado, enjuagues y juguetes especiales para su uso en mascotas. Existen también dietas especiales que ayudan a la disminución de formación de sarro. Una vez que se ha formado el sarro, la única alternativa de tratamiento es la limpieza dental por parte del Médico Veterinario bajo anestesia general.
Es muy importante el prevenir la formación de sarro después de una limpieza profesional, ya que es común que se vuelva a formar sarro y regrese el mal aliento si no realizamos alguna acción que la prevenga.